Trabajo, dedicación, esfuerzo y esperanza: así comenzaba nuestro informe prevendimias, y hoy, tras una campaña desafiante con un clima impredecible y poco favorable en los meses de septiembre y octubre, podemos decir que los vinos de esta cosecha ya están casi finalizados en sus procesos de fermentación. Algunas de nuestras fincas han realizado la fermentación maloláctica en barrica, otras ya la han completado, y los depósitos de hormigón también han finalizado su fermentación. Los vinos en acero inoxidable están terminando, y esta etapa del año, tan apasionante como compleja, nos permite reflexionar, recopilar datos del viñedo y la climatología, y valorar el potencial de esta añada.
Este análisis es crucial, ya que cualquier error en este punto puede ser costoso. Con la experiencia de 20 vendimias liderando la parte técnica en Bodegas Manzanos, junto a esta gran familia, afrontamos este reto con la convicción de tomar decisiones sólidas y precisas.
Datos Globales de Producción
A nivel mundial, la cosecha 2024 ha mantenido volúmenes similares a los de 2023. En Europa, las cifras también reflejan estabilidad en comparación con el año anterior, aunque hay variaciones por país: mientras que Francia, Portugal y Austria han reducido su producción, España e Italia han experimentado un aumento.
En el contexto de España, las diferencias regionales son notables: la mitad sur del país ha incrementado su producción, mientras que la mitad norte ha visto un descenso significativo. En La Rioja, la vendimia ha caído de 384 millones de kilos en 2023 a 276 millones en 2024, y Navarra ha pasado de 56 millones a 44 millones de kilos.
Año Climático y Evolución del Ciclo
Este año se caracteriza por un ciclo vegetativo retrasado. Empezamos el otoño con lluvias moderadas, lo que dificultó la caída de hojas en las viñas, prolongando su actividad fotosintética hasta mediados de noviembre. Esto indicaba una buena brotación si las lluvias de invierno acompañaban, y así fue: tras recibir 90 litros en esta estación, el ciclo comenzó favorablemente. La primavera, verde y esplendorosa, trajo consigo 100 litros por metro cuadrado, y temperaturas más suaves de lo normal, alrededor de 2 °C por debajo del promedio, lo que comenzó a retrasar el ciclo, una tendencia que se mantuvo hasta la vendimia con un retraso acumulado de unos diez días.
Además, la incidencia del millerandage o “viruela” ha sido común en nuestra denominación, resultando en racimos menos compactos debido a un cuajado deficiente. En verano, aunque las temperaturas fueron altas, las olas de calor resultaron menos intensas que en otros años, lo cual permitió que la planta mantuviera su actividad sin bloqueo, siempre que el riego, necesario en esta etapa, fuera bien gestionado.
En cuanto a la sanidad del viñedo, fue un año fácil hasta mediados de agosto, cuando la climatología cambió drásticamente. Los meses de agosto, septiembre y octubre registraron lluvias significativas que afectaron en distintos grados según el momento de maduración del viñedo y las condiciones posteriores.
Tabla Comparativa Climatológica
Agosto tuvo seis días con lluvias de más de un litro por metro cuadrado, septiembre ocho y octubre siete. Estas precipitaciones, dependiendo del estado de maduración y el clima posterior, tuvieron efectos variados en los viñedos.
La Vendimia
Las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre (62 l/m²) resultaron beneficiosas en general, revitalizando las viñas, hidratando las uvas y favoreciendo el color y la calidad fenólica en un septiembre que fue más fresco de lo habitual. Este aumento de madurez fenólica dio lugar a uvas con mejor sabor y un ligero aumento en volumen.
Las cosechas antes del 20 de septiembre mostraron gran calidad y una concentración media, con un grado alcohólico algo inferior al promedio de años anteriores. Las lluvias de los días 20 y 21 (25 litros) impactaron levemente la concentración de las uvas cosechadas después, pero la vendimia continuó a ritmo acelerado con el apoyo de cinco vendimiadoras y 25 personas en recolección manual. El 4 de octubre concluimos la vendimia en nuestros viñedos de Graciano y las garnachas a mayor altitud en la Sierra de la Hez.
Resultado de la Añada
La climatología de este año nos ha brindado una vendimia más “atlántica” de lo habitual: vinos frescos, con grados alcohólicos más bajos y una acidez ligeramente superior. Esta añada permite crear vinos más ligeros y vibrantes, con notas aromáticas vegetales y especiadas y una presencia varietal marcada. En conjunto, responde a una demanda creciente de vinos frescos y menos robustos, con mayor tensión en boca y menor alcohol.
Perfil de Varietales
- Blancos: Frescos y aromáticos.
- Garnacha para Rosado: Muy buena, con nariz frutal y floral.
- Garnacha para Tinto: Varietal y algo más ligera que en otras añadas.
- Tempranillo: Ligero, de menor color y tanino, ideal para consumo fácil y agradable.
- Graciano: Cosechado mucho más tarde que otros años, con madurez fenólica notable y menor grado alcohólico, particularmente excelente en la finca «El Barranco».
En conclusión, la añada 2024 es una oportunidad para destacar nuestro compromiso con la calidad, adaptándonos a las tendencias de mercado hacia vinos frescos y elegantes, con gran potencial y una identidad varietal única.
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